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El efecto Cabellut

Abrazado y seguro. Esas fueron mis sensaciones la primera vez que entré en las tierras de Cabellut.

7 años después

Sigo teniendo las mismas sensaciones cada vez que visito el viñedo. No hay nada más a la vista: sólo las vides, los árboles y el hermoso paisaje; no se oye nada más: sólo los pájaros, las cigarras y el sonido del calor. Pues bien, corrijo, ahora hay un gran sonido de la construcción y de la radio local, ya que estamos devolviendo a la vida una hermosa masia del siglo XII, donde se crearán nuevas familias, donde la gente podrá relajarse y meditar, donde se elabora un nuevo vino que se disfruta cada año...

Pero empecemos por el principio. Y el principio comenzó con el sueño de un hombre, el sueño de Pedro. Un sueño de tener un viñedo. Yo sólo fui un buen compañero y le apoyé, mientras visitaba los más de veinte viñedos de Cataluña.

La magia

En algunos de los lugares ni siquiera me bajé del coche, ya que me faltaba esa sensación mágica... pero con Cabellut fue tan diferente: después de dejar el coche, no quería volver a él. Lo único que quería era quedarme allí y absorber todas las sensaciones que surgieron desde el primer segundo: esos olores, esos sonidos y esas vistas increíbles. Yo lo llamaría el "efecto Cabellut" - es difícil de explicar si nunca lo has visitado, pero me entenderás una vez que lo hagas.

Así, el sueño de Peters se convirtió en Nuestro sueño y así fue como en 2013 comenzamos el proyecto de resurrección. Empezamos por la tierra, aunque era hermosa y fértil, estaba olvidada y le faltaba un poco de cuidado. Así que se lo dimos. Pero las manos amorosas no eran suficientes para restaurar la gloria de Cabellut, obviamente necesitaba otro elemento importante: dinero. Y fue entonces cuando tuvimos suerte por segunda vez: conocimos a Nico y a su hija Anse, verdaderos amantes de la naturaleza y del vino, y que compartían el mismo sueño: ¡tener y gestionar un viñedo! Aparte de ser pelotas y tener una formación en informática, Nico y Peter compartían los mismos valores, el mismo respeto por la tierra y la cultura local y la misma visión.

Pedazo de mi corazón

Así que Cabellut se convirtió en una empresa familiar con el objetivo de elaborar vinos y aceite de oliva de calidad y reconstruir la antigua masia en una moderna y lujosa finca española, que se convertiría en un gran lugar para bodas, retiros, diversos eventos empresariales y familiares. Y, por supuesto, nuestro lugar de vacaciones personal. Los negocios son los negocios, pero un trozo de mi corazón se quedó en la masia en aquel hermoso día de otoño de 2013 y volveré allí para volver a llenar mi alma no sólo bebiendo vino de buen gusto cultivado en el campo, sino también tomando el sol en la piscina o paseando por los jardines de Cabellut...

En mi próximo post, escribiré sobre el proyecto del jardín, ya que merece una historia aparte. Hacer un jardín exuberante como el del Edén en un terreno vacío de 3000 metros cuadrados en 5 días no es una hazaña fácil. Y os diré cómo.

Pero ahora toda la atención se centra en elegir los azulejos adecuados para un patio secreto con una fuente balbuceante, los suelos adecuados para un gran dormitorio principal luminoso, las vigas de madera adecuadas para sostener los techos, los grifos adecuados para los aseos del salón de baile donde las bellas damas con sus magníficos vestidos vendrán a empolvarse las narices. Buscando una gran mesa de comedor rústico-moderna, hecha en la zona por un carpintero local que dará el espíritu al mueble que será testigo de muchas grandes y cariñosas palabras de amigos y familias.

Pienso en ello todo el tiempo, ya que cuando no investigo o hablo con los diseñadores y especialistas, sueño con ello, con el aspecto que tendrá, la sensación que dará, las historias que creará. ¿Qué historias contará este lugar dentro de cien años? Ahora todos estamos encantados con el lugar. Yo lo llamo el efecto Cabellut. Y eso es lo que quiero compartir con todos ustedes en este diario y a lo largo de este viaje.

 

Con amor y grandes sueños,
Jurate

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